martes, 20 de septiembre de 2011

El Indio extensa entrevista con Garganta Poderosa


La Garganta Poderosa es una revista de cultura villera escrita, dirigida y financiada por vecinos de distintos barrios martinales.
Compartimos la entrevista y agradecemos a La Garganta Poderosa.
Foto: Gentileza Catriel Remedi

“Por supuesto que Cromañón me pudo haber pasado a mí. Seguramente en otra etapa, en otro momento. Y la prueba está en que, al otro día de Cromañón, cerró toda la noche de Buenos Aires. Yo tocaba en lugares muy peligrosos, y uno se daba cuenta. No es que era un pelotudo tomando merca que no se avivaba; sabía que estaba en lugares en los que podía pasar cualquier cosa, pero era el circuito que había, a tal punto que cuando pasó Cromañón clausuraron muchos boliches, porque estaban todos con el culo al aire, debiendo seguridades”.
“Lo que pasó en Cromañón fue como ese juego en el que te van sacando sillas. O como cuando se van pasando una granada, hasta que a uno le explota en la mano”.
“Hay como una locura en tirar bengalas en un sitio cerrado. Pero el asunto de las bengalas es una cosa compleja de entender, porque la pirotecnia forma parte de una tradición cultural muy grande, en todo el planeta, desde los mineros bolivianos que festejan tirando cartuchos de dinamita, hasta las grandes fiestas en Japón. La prohibición al aire libre empieza a pasar cuando uno tira bengalas náuticas por ejemplo, porque es un arma. Una cosa es una locura, que es tirar una bengala donde hay una media sombra, pero a mí no me sonaba tan loca la imagen de las bengalas en mis recitales, hasta que les pasó a los chicos de La Renga, y ahí dije: si hay un loco que puede ir con una bengala náutica, y la tira así, bueno, yo no quiero participar en eso tampoco”.
“El próximo disco quizá sea el último que haga. Está pasando algo muy extraño y tiene que ver con la difusión online de lo que uno hace. Para las producciones independientes, eso es una cagada. Para las corporaciones no, porque ellos trasladan los capitales y son los mismos que manejan los sitios de Internet, donde se puede bajar la música, pero yo, por ejemplo, que soy independiente, invierto dinero y tiempo en algo que ya no me va a dar dinero. En cambio, si vos trabajás con sponsors, con la telefonía que te paga todo para que vos les hagas propaganda a ellos, te sustentan económicamente. Cuando vos te bancás todo de tu bolsillo, perdés guita. Por eso, el disco próximo quizá sea el último que haga, porque no puedo recuperar el dinero”.
“La única opción que tengo es trabajar con las corporaciones que se sustentan con la promoción de los trabajos. Te obligan a eso, y es lo que hacen los demás. Tocan en festivales donde el logo de BMW o Coca Cola es más importante que el escenario. Te obligan a que tu música salga primero por los teléfonos, por un arreglo con la telefonía, o esas cosas raras. Ahí, el productor independiente está cagado. Yo todavía tengo la suerte de ser un buen vendedor de discos, porque la gente aún quiere tener el librito, el objeto, pero eso no creo que dure más que el próximo disco. ¿Quién va a comprar algo que es gratis? Los proyectos independientes exitosos nos son muy bien vistos por los productores en general. Entonces, es complicado. Hay muchos momentos de displacer y cuesta un laburo asomar el cogote para que te vaya bien y no tener problemas. Y no hay un amago de nadie de hacer algún tipo de legislación. Entonces, yo tengo ganas de hacer el próximo disco, pero creo que va a ser el último que podré financiar”.

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